Muhammad Yunus es el fundador de Grameen Bank, una organización, con sede en Dhaka (Bangladés), pionera en la promoción de los microcréditos y las microfinanzas a nivel mundial. Muhammad recibió el Premio Nobel de la Paz en 2006 gracias a su impacto transformador. Ashoka ha tenido la oportunidad de charlar con él justo antes del Foro Económico Mundial de 2016. 2016-01-23-1453519437-5351967-yunus-thumb

Ashoka: Has sido un motor de influencia a nivel global en muchos sectores, como el de los microcréditos y, más recientemente, el del emprendimiento social. ¿En qué te centras ahora mismo?

Muhammad Yunus: Estamos en un momento de grandes cambios exponenciales, no lineales, y necesitamos guiar a nuestras sociedades hacia un proceso de transición que desemboque en una mejor distribución de la riqueza y el poder. Este proceso se puede resumir mediante tres objetivos principales, que considero cimientos fundacionales (y esenciales) para todo lo demás: la eliminación de la pobreza, la eliminación del paro y la eliminación de las emisiones de carbono.

Específicamente, me centro en el paro y en la concentración de la riqueza. Todos sabemos que la riqueza mundial se encuentra en manos de unos pocos, pero lo que es aún más preocupante es el ritmo al que la riqueza se sigue concentrando. Donde hoy decimos que la riqueza se concentra en el 1% de la población, mañana diremos que se concentra en el 0,5% y pasado mañana que se concentra en el 0,1%. Esto es algo totalmente desastroso, por lo que debemos actuar con prontitud para librarnos de aquellas prácticas dañinas reflejadas en nuestro sistema financiero que nos impiden avanzar hacia una civilización más desinteresada. Es por esto que paso mi tiempo enseñando a la gente cómo podemos conseguir este cambio y qué papel pueden desempeñar el emprendimiento social y la educación en esta ardua tarea.

 
Ashoka: ¿Cómo se consigue la desaparición total del desempleo?

 
Muhammad Yunus: Mediante los microcréditos, como han demostrado más de 8,5 millones de prestatarios en Bangladés y unos 140 millones a nivel mundial. La mayoría de estos prestatarios son mujeres, algunas emprendedoras de éxito y otras de menos éxito pero que eligieron este camino de forma voluntaria. Si una mujer analfabeta en una pequeña aldea de Bangladés puede transformarse a sí misma en una emprendedora, ¿por qué hay gente con títulos universitarios en el sofá de sus casas porque nadie les da un trabajo? Porque les hemos equipado con una perspectiva mental errónea, ahí es donde todo se torció. El desempleo es un estado artificial que no encaja en el género humano. No nacemos para sentarnos y observar sin hacer nada. El sistema educativo actual forma  buscadores de trabajo, cuando debería formar creadores de empleo con planes de negocio. Se requiere una predisposición bien distinta, pero esto nos llevaría hacia una economía más estable y unas vidas más felices.

Ashoka: Qué interesante. Es una forma distinta de verlo.

Muhammad Yunus: Yo no diría distinta, diría “del revés”. Hemos hecho todo del revés. Si el sistema convencional va a la ciudad, nosotros vamos al campo. Si va a por los hombres, nosotros vamos a por las mujeres, si dice que debes ir al banco, nosotros decimos que el banco debe acudir a ti. Donde el sistema convencional dice buscadores de trabajo, nosotros decimos creadores del mismo. Se dice que los negocios consisten en maximizar los beneficios. Nosotros nos olvidamos de los beneficios, lo que queremos es resolver problemas. Todo lo hacemos desde el polo opuesto. En la nueva civilización que pretendemos crear, todo se tendrá que hacer del revés.

 
Ashoka: Hablemos sobre educación, ¿en qué consistiría un colegio del revés?

 

Muhammad Yunus: Tenemos que rediseñar el sistema educativo para que ayude a los jóvenes a convertirse en seres humanos plenos y a forjar el mundo en el que quieren vivir. De este modo, un colegio del revés otorgaría a sus alumnos experiencia para construir sus propias ideas de cara al futuro y para que ayuden a sus compañeros a hacer lo propio y observar luego los resultados. ¿Cómo imaginan el mundo los alumnos que se graduarán en 2016? ¿Y los que se gradúen en 2017 o 2018? Esta alternancia entre lo colectivo y lo individual, entre la fracción y el total, ayudará a los jóvenes a descubrir qué papel quieren desempeñar en sus vidas y cómo pueden contribuir en las de los demás. Antiguamente se decía que crecer consistía en conocerse a uno mismo. Esto es algo que se ha perdido y que necesitamos recuperar. ¿Por qué deberíamos esperar hasta que nos graduamos para poner nuestros sueños en marcha? Los jóvenes son seres humanos plenos y muy capacitados.

 
Ashoka: ¿Qué ofrecerías a los padres?

 
Muhammad Yunus: El mejor consejo que les puedo ofrecer es que les den a sus hijos su propio espacio. Que los traten como personas plenas desde el principio. Si los mantienes pegados a ti, no crecerán. Deja que descubran el mundo por su cuenta. Es posible que exploren cosas que no te gusten, pero debes permitir que su curiosidad y su percepción de sus propias capacidades se desarrollen. Se trata de desarrollar un equilibrio que no es nada fácil de conseguir y que requiere algo de práctica. Se debe de saber cuándo ofrecer ayuda y cuándo dejar que las cosas sigan su propio curso. Toda persona posee capacidades ilimitadas, y el trabajo de padres y profesores debería ser el de ayudar a los jóvenes a eliminar las capas sobrantes para que se descubran a sí mismos. Sólo así podrán contribuir de manera efectiva.

Este artículo pertenece a la serie “Thriving in a World of Change”, producida por The Huffington Post y Ashoka. La serie forma parte del reportaje realizado por The Huffington Post sobre la reunión anual del Foro Económico Mundial, y explora cómo, en una época de cambio sin precedentes y de interconectividad, se debe realizar una transición hacia un mundo de colaboración conjunta con una ética basada en la empatía como elemento central.