• La fundación Ashoka ha seleccionado en España a seis jóvenes que lideran un cambio social profundo en el país y que representan a una nueva generación de agentes de cambio.
  • Son jóvenes y adolescentes de entre 13 y 21 años que, además de generar proyectos de impacto social, son referentes en su entorno para mostrar otra forma de liderazgo e influencia.
  • Ashoka les ofrece comunidad, visibilidad y conexión para reforzarles como referentes sociales.

26 de mayo de 2021.- Tras lanzar el programa en la India, Brasil, EEUU e Indonesia, llega a España la primera comunidad de Jóvenes Changemakers, seis jóvenes de entre 13 y 21 años seleccionados por Ashoka para convertirse en referentes del cambio social en el país.

El desarrollo de habilidades como la empatía cognitiva, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo o la proactividad son la base de esta iniciativa liderada por Ashoka, fundación sin ánimo de lucro que busca fomentar el impacto social positivo a través de la innovación social.

Experimentar a temprana edad el poder y la satisfacción de mejorar la vida de las personas o el entorno que te rodea es algo que marca para siempre a una persona”, explica Alexandra Mitjans, directora de Ashoka España. “En una sociedad ideal, cada niño, niña y joven podría desarrollar las habilidades necesarias para liderar cambios positivos en su escuela, su comunidad o su ciudad… como lo están haciendo estos seis jóvenes”.

Los criterios son claros: Primero, deben ser agentes de cambio, es decir haber empatizado con un problema y desarrollado una idea propia para abordarlo. Segundo, haber formado un equipo y, tercero, llevado a cabo un cambio positivo en el barrio, ciudad o países donde vivan. Por último, deben estar preparados para asumir su papel como referentes del cambio social positivo de su generación.

Son jóvenes menores de 21 años que llevan su empatía a la acción para hacer frente a un problema, activan a otros y trabajan en equipo. Asumen un papel responsable, crítico y protagonista ante los retos que nos plantea la realidad”, asegura Simón Menéndez, director de Educación y Jóvenes de Ashoka España. “Son los que nos ayudan a recordar que cada niño, niña o joven tiene derecho a ser escuchado y a descubrir el potencial que tiene para mejorar su entorno“.

Los Jóvenes Changemakers seleccionados se integrarán a una red internacional de adolescentes y jóvenes agentes de cambio en otros países, y participarán en encuentros, charlas y campañas para dar visibilidad a sus proyectos y objetivos.

Tras pasar por un proceso de selección por el que se presentaron 170 candidaturas, y con la participación de un comité asesor juvenil y de profesionales del mundo educativo y del emprendimiento social, estos son los seis primeros miembros de la comunidad de Jóvenes Changemakers en España:

→ Amaya Vizmanos (Pamplona, Navarra)


Con 19 años, Amaya es cofundadora de XirimiriLab, una organización que potencia el talento juvenil y que ofrece a jóvenes en Pamplona espacios para resolver retos sociales.
Además, es defensora del lema “solo tú, pero no tu solo”. Así es como junto con un equipo de compañeros y compañeras fundó Yoteayudoconlasele, una plataforma colaborativa entre estudiantes y docentes que, a través de foros de dudas, bancos de apuntes y clases, ayuda a miles de alumnos a preparar la prueba de acceso a la universidad.

→ Antonio García (Villanubla, Castilla y León)

Ante la falta de espacios en Villanubla para aprender y explorar la programación, Antonio, de 13 años, junto con su hermana y un amigo, creó un club de programación para jóvenes, modelo que han copiado en varias escuelas de la región. No conforme con eso, decidió crear la plataforma Joinus4theplanet que pretende movilizar a otros jóvenes a participar activamente a través de la tecnología en soluciones para el medioambiente. Antonio lleva desde los 6 años movilizándose para mejorar lo que no le gusta, y cuenta con el apoyo de su hermana y sus amigos, y la colaboración de sus padres para buscar el bien común a través de la tecnología.

→ Adrián Arrogante (Seseña, Castilla-La Mancha)

Tiene 20 años. Sus malas experiencias con el sistema educativo le han llevado a crear, junto a sus amigos, Apasiónate, una asociación juvenil cuyo objetivo es identificar las pasiones de los jóvenes y crear espacios para desarrollarlos en Seseña. Desde los 16 años ha movilizado a decenas de jóvenes en su ciudad a través de la música y la cultura urbana, y ha conseguido que el ayuntamiento de Seseña abra un Centro Joven. Es también impulsor de Make the Difference, una productora audiovisual para apoyar a jóvenes artistas y fomentar oportunidades laborales en el sector.

→ Elena Ruda Perea (Sevilla, Andalucía)

Convencida del potencial de los adolescentes y jóvenes para resolver retos sociales,
con 18 años Elena ha co-creado Luz Azul, una ONG que busca fomentar el pensamiento crítico entre los jóvenes y ofrecer viajes internacionales con fines sociales y experiencias de voluntariado donde participan activamente con la comunidad. La pandemia hizo que los viajes de voluntariado se paralizaran y Elena, junto con su equipo, tuvieron que replantearse el modelo de organización. Este año se centraron en ayudar ante la crisis del COVID-19. Activaron a 100 jóvenes por toda España para brindar soluciones rápidas: recogida de alimentos, reparto de mascarillas, compras para personas mayores.

→ Gabriela Imbert (Bilbao, País Vasco)

Tiene 20 años y junto con sus compañeras de la carrera de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación (LEINN) fundó Roll It Girl, una comunidad que da apoyo y visibilidad a las niñas y mujeres en los deportes de riesgo, especialmente el surf y el skate. Le apasiona patinar, pero hace unos años, al encontrarse en un espacio lleno de hombres, no se atrevía a hacerlo. Eso la motivó a juntarse con amigas en la misma situación, y juntas lograron empezar como una comunidad de 100 personas y ahora son 300 que utilizan plataformas digitales. Roll It Girl se ha expandido a otras ciudades como Madrid, Galicia, Asturias y Zaragoza. Busca animar a otras mujeres a practicar deportes tradicionalmente masculinos, creando comunidad y reforzando la representación y referentes femeninos.

→ Víctor Arzoz (Madrid, Comunidad de Madrid)

Hoy tiene 18 años, pero su implicación social comenzó hace 4 años, cuando se enteró por un programa de su colegio que en una escuela de Costa de Marfil necesitaba agua potable. Poniendo en práctica su conocimiento técnico, y con el impulso de su padre y el apoyo de un amigo, diseñó un sistema de potabilización de agua de bajo coste, que no utiliza químicos, funciona a partir energía solar y programación de placas de Arduino con código abierto. Así nace Purify My Water. El sistema de purificación está dirigido a todas las personas que necesiten agua potable, el sueño de Víctor es que el sistema llegue a cualquier lugar del mundo donde se necesite.